lunes, julio 28

Silencio

Por favor…
Solo te pido que me grites, que me insultes, que me escupas, que me golpes, que me tires el pelo, que me odies, pero por favor no te quedes en silencio.

Solo te pido que me abrases, que me acaricies, que me hables, que me mires, que me beses, que me tomes la mano, que me ames, pero por favor no te quedes en silencio.

Que este silencio se parece a un abismo, en el que voy cayendo pero que no tiene un fin. No tengo miedo a golpearme, pero ya no quiero este vértigo de caer.

Por favor…
Que solo una palabra tuya bastara para sanarme
Amén.

Niños


En que minuto de la vida dejamos de ser niños. Que injusta la situación. Nadie me pregunto si yo quería crecer. Este mundo es muy oscuro, por momentos todo se vuelve insoportable. Hay tanto odio, hay tanto dolor, hay tanto miedo. Yo nunca pedí estas presiones, yo nunca pedí estos dolores.
Quiero ser un niño, un bebe. Quiero llorar y que mi padre me dé de comer, o simplemente me cante para tranquilizarme. Quiero mojar mis pantalones y que mi madre me los cambie diciéndome que todo está bien. Quiero no darme cuenta del sufrimiento de los otros, ni del mío. Cuando lo importante era jugar, solo eso. Cuando solo había que confiar en el viejo pascuero, portarse bien pues así de seguro que iba a cumplir. Y que felicidad los regalos. Cuando el tiempo no importaba, eran horas viendo televisión. Los padres peleaban, la gente moría de hambre, pero nada de eso importaba. La niña del departamento de en frente que te daba la mano, luego la sacaba y no entendías pero tus amigos pequeños como tú te decían que las mujeres eran así, que era mejor preocuparse de jugar.

Me gustaría poder transformar mi infancia en una foto, entrar en ella y quedarme para siempre allí. Preocupado de jugar. Solo de jugar.

Fríos



Llego tarde como siempre, era la misma de siempre. Sin embargo al poco andar y mucho conversar me invadió una sensación extraña. Sentía frio. En un primer momento pensé que era el ambiente, el día que estaba nublado, el viento que corría, la noche que empezaba a caer sin aviso. De pronto cuando tome su mano, y estaba fría pensé que no era el ambiente, si no ella. Quizás la vida, los golpes, los engaños, las desilusiones habían logrado transformarla por fin. Pero no, en sus ojos se veía la misma persona que tan bien conocía, que tanto quería. Entonces era yo el que había cambiado, el que me había vuelto frio. No, en verdad creo que era todo, el ambiente, ella, yo.


Por un momento sentí como si fuésemos dos extraños que se conocían en algún lugar de la ciudad. Pero aquel beso devolvió el calor. Ese que siempre había sentido, ese que me hace volver cada vez como un zancudo a la luz. Hizo que me olvidase de todo lo malo, aunque fuera por algunos segundos.

Luego la despedida, cuando se cerraron las puertas del metro me di cuenta de que todo seguía igual.

Gracias...

domingo, julio 27

Recado en un papel amarillo (post it) pegado en la pared

Mamá:
Voy saliendo a caminar, lo necesito. La verdad no me siento muy bien pero no te preocupes.
Diles al papá, y a mis hermanos que soy el mismo, en el fondo. Es solo que tengo una piedra en la zapatilla, hace mucho tiempo pero no lo había notado (o no había querido notarlo) y necesito salir porque es tiempo de sacarla.
Diles a mis amigos que no se preocupen, que se que parece raro, que se que parezco mal. La verdad es que siempre lo he estado. Es solo que cuando estaba con ellos, los miraba de lado, para que vieran lo que yo quería que vieran. Diles que no todo es tan malo, ni tan bueno tampoco. Pero quiero que sea mejor, diles que eso lo puedo hacer solo yo, pero que si fracaso estén listos para reconstruirme.
Dile a ella, que por favor me disculpe. Pereciera, o pudiera sentirlo ella, que la culpa es absoluta de su persona. Dile que no es así, que la culpa la tengo yo, por no ver lo evidente, por mentirme, por callar. Y dile que me perdone por que se que la desilusione.
Y diles a todos que me disculpen porque por ir caminando mirando mis pasos los pude haber pasado a llevar.

Chao mamá, tengo todo lo que necesito solo tengo que hacerlo.
Vuelvo pronto y con regalos (eso espero)

P.D.: Dile al pablo que prefiero que duela pero seguir siendo ‘’noble’’. Y dile al bago que los amigos de verdad de repente no van caminando junto a ti pero cuando te caíste aparecieron para sostenerte, o para abrir un vino, o etc.

Cuchillos Guardados


Caminaba por una larga calle, no se apreciaba el fin de ella desde mi punto de vista. De hecho nadie sabía cual, como, ni cuándo llegaría el final (a menos que yo lo decidiera pero no). Bueno, la cosa es que caminaba y de pronto me encontré con un cuchillo que me apuntaba y amenazaba con cortarme. La calle se hizo oscura, pero en un gesto inconsciente no mire el cuchillo, aparenté como que no existía y lo guardé en algún lugar de mí. Seguí caminando y me encontré con un pequeño niño. Comenzamos a jugar, por un momento aquello pareció lo más importante, y la calle se ilumino. Todo era perfecto. Seguí caminando y de repente me apareció un cuchillo, que estaba vez me dañó, y dolió. De pronto aparecieron todos los cuchillos que había olvidado pero que siempre estuvieron conmigo. Y me apuntaban. La calle se hizo más oscura. Tuve miedo. Pero me di cuenta que esta vez no debía guardarlo y seguir. Era tiempo de sacarlos de mi para solo preocuparse de jugar y que la calle fuera siempre clara. Y la calle era mi vida.
Nota del autor: Que cliché suena pero después de la tormenta siempre viene el sol, pero después del sol viene otra tormenta y así. ¿Cómo hacer para no ser como un barco que oscila por el mar según como se comportan las aguas con él? No lo sé pero quiero saberlo.

El huésped

Estaba yo tranquilo en mi casa. Todo estaba bien, casi perfecto. Cuando de pronto, sin tocar la puerta entro un huésped. Venía con mucho equipaje, como para quedarse largo tiempo. El tipo uso mi ducha, me dejo sucio. Comió mi comida, me dejo con hambre. Se durmió en mi cama, me dejo con sueño. Mi casa era un desastre. No lo soportaba, no podía más. Salía de mi casa para olvidarme de su presencia pero de todas formas tenía que volver. Sin embargo de pronto me fui acostumbrando, ya no me molestaba, no se me hacia insoportable. En un tiempo más, tengo que tomar mi maletín e ir al trabajo. Espero que cuando vuelva ya no esté pero si esta no importa, ya es parte de mi casa.Y el lector dijo, ¿Quién o qué chucha era el huésped? Tarea para la casa

sábado, julio 26

Los Cómplices


Permítame contarle señor(a), esta nueva historia.
Estos eran dos, un hombre (él) y una mujer (ella). Sin saberlo lo venían tramando hace tiempo, no con palabras, más bien con miradas, con gestos, con caricias. Hasta que lo decidieron en una noche típicamente fría, entrarían a la casa del tipo ese (pobre tipo), lo golpearían mucho hasta dejarlo moribundo, y vaciarían todo, su casa, sus muebles, su refrigerador, su armario, hasta su alma. Lo increíble es que ambos, él y ella, conocían bien a este tipo, incluso podríamos decir que los tres eran íntimos, se querían. El pobre tipo era ingenuo, no se lo imagino, aunque era uno de los absurdos previsibles, quizás estaba con los ojos muy hacia adentro para notar toda esta farsa. De pronto sucedió, entraron, lo golpearon, pero él quiso no mirar para no sentir el dolor, y funciono un poco. Los cómplices, él y ella, desconcertados salieron de la casa rápidamente. De pronto en la desesperación ella entro, busco al pobre tipo, lo acaricio, le tomo el pelo, y le pido ayuda. Como podemos hacer para dañarte más y para vaciar todo lo tuyo le dijo ella sin saber muy bien lo que estaba preguntando. El pobre tipo le dio las instrucciones precisas. Ella salió, tomo la mano de él y juntos entraron, esta vez no fallarían. Dieron los golpes precisos, y vaciaron toda la casa del pobre tipo, hasta dejar todo sin nada, incluyendo su alma. Ambos, él y ella, salieron felices, sonrientes, de la mano, a caminar hasta quien sabe donde y cuando. El pobre tipo, quedo solo en su vacio, deseando morir o vivir pero no quedarse en ese estado, el del moribundo. También pensaba lo curioso de la situación, pues sabía que la intención de los cómplices no era dejar ese vacío, ni hacerle ese daño, ellos solo querían sonreír. No los podía denunciar.

Actuarón aquí:

Cobarde…. como Ella
Guerrero….como Él
Silencioso….como pobre tipo

CUALQUIER COINCIDENCIA CON ALGUNA SITUACIÓN DE LA VIDA REAL ES MERA COINCIDENCIA.

Vomito


Buaaaag!
Hay tanto sufrimiento en el mundo, quienes mueren de hambre en áfrica, quienes pasan frio en Chile, quienes viven la violencia en USA, quienes viven en las calles en Bolivia, y blablabla. Son cosas de las que habitualmente hablo, lo sé, pero me tomare la libertad en estas palabras que vomito para hablar de mi sentimiento.
Presten atención a lo que digo porque no lo repetiré.
Cuando niño una vez andaba en bicicleta en una calle cerca de mi casa, en una torpeza me caí, la rodilla había quedado raspada y llore porque dolía. Otra vez un amigo me robo uno de mis juguetes preferidos, peleamos, me pego, no podía llorar por el orgullo pero sentía mucho dolor, más que por los golpes eran porque venían de mi amigo. En una ocasión murió mi abuela, fue triste si pero al final no tanto porque a pesar de que yo no creo, ella tenía la certeza de que Dios la esperaría con las puertas del cielo abiertas por lo que imagino que fue así, o por lo menos sirvió como adorno para algo tan sombrío como la muerte. Pero hace algunos días, caminaba solo en algún parque de algún lugar, cuando vi una rosa (cual principito). Era preciosa, como pocas que había visto, me sonreía, me hablaba, en el fondo éramos iguales. No podía irme caminando nada más y dejarla allí, porque aunque quisiera hacerlo al tocarla me encadene a ella. Quise cortarla, pero me pinche con una de sus espinas, y me dolió. Lo que siento ahora es parecido, claro está por la metáfora porque en cuanto al dolor el pinchazo sano a los días y no dejo ninguna huella en mi dedo, en cambio este dolor es constante, de mañana a noche, de minuto a minuto, de segundo a segundo. No puedo comer, menos mirar la TV, menos dormir, pensar es una tormenta y la felicidad es la mayor de las utopías. El dolor viene de adentro, de las entrañas, no más bien del alma.
Traspasártelo ahora por medio de esta inútil palabrería es difícil, el problema es lo fácil que es sentirlo. Que exagero, que a algunos nos gusta sufrir, que somos llorones, que somos masoquistas. Ja! Te envió una invitación con aroma a flores para que te pares aquí justo donde estoy, para que exageres como yo, para que te mutiles como yo, para que sientas lo que yo. No puedes, nadie puede. Pero no soy el único, hay algunos famosos como el niño que enloqueció, otros anónimos que andan por playas y caminos buscando algo que les amortigüe y contando una verdad parecida. Que odio puedo tener, que culpables puedo señalar, que insultos puedo gritar. Ninguno. Porque no saben lo que hacen. No saben que cada gesto es una puñalada, no saben que cada mirada es un disparo. Entonces… entonces nada. Los cigarros matan y la gente los fuma, claro pero la advertencia la tienen, de que son veneno para ratas, de que producen cáncer. Quien se olvido de poner esta advertencia. Solo queda sacar la pena en forma de gotas, como don Víctor con rabia pa afuera pero muy hondo pa adentro a ver si pasa. Pero no pasara, persistirá como las multitiendas que jamás dejan de llamar a las casas de sus deudores. No importa no se puede esquivar el destino, todo parece más sostenible, el tiempo y el silencio son como los amigos que limpian la casa después de la fiesta. Solo que esto más parece un funeral.
Tiempo de parar, disculpa si te manche con este vomito, pero no aguantaba más, tome mucho más de lo que podía.
ALGUNOS NOMBRES Y PERSONAS FUERON CAMBIADOS PARA PROTEGER SU IDENTIDAD. Y YO, NO ME ESCONDO, AQUÍ ESTOY QUE MAS PUEDO PROTEGER.AHORA, SILENCIO Y ACTUACION, VIVR COMO UN PAYASO QUE EN LA FUNCION OLVIDA TODO, SOLO HAY QUE REIR Y LUEGO CALLAR.
Importante: En caso de tener nauseas, el baño queda al fondo a la derecha. Cuando termines, tira la cadena porfavor