lunes, octubre 11

Quizas




Es un espacio, no un vació, no. Un espacio. Entre el no y el sí. Me gusta llamarlo quizás. Es un espacio pequeño, donde solo caben dos. Esta rodeado de prohibiciones, de imposibilidades, de contradicciones, de peligros. Pero allí esta, vive, resiste. En una eterna fragilidad, como un diente de león, listo para ser soplado, pero que resiste los embates del viento.

Y allí podemos soñar. Podemos escaparnos. Ser estrellas que dejan de brillar, para que nadie las vea. Ser momentos que escapan del tictac infinito del reloj. Es como si pudiéramos abrir el espacio con las manos, y pasar a las trastienda, a un no lugar. A veces, podemos ser música. Tono y melodía, entrando y saliendo de un saxo, rozando las orejas de despistados transeúntes. Uno que otro nos escucha, y se sonríe. Derepente somos Sol y Luna, y jugamos a perseguirnos, y nos aburrimos, y dejamos todo en penumbra, noche y día, mientras bailamos entre una multitud. Una vez, fuimos letras en una oración de un solitario poeta, pero nos escapamos de la métrica y el verso, para ser pintura en un mural de un callejón perdido en la ciudad. Una noche, fuimos hielo en un vaso de dos enamorados. Pero nos botaron, y en el pasto nos hicimos viento, y volamos con otras corrientes por la noche, teniendo el cuidado de no molestar a abuelos y niños, que son los que mas se resfrían por estas épocas. A veces, hemos sido solo nosotros, sonrientes, serios, profundos, infantiles, sensibles, inmaduros, fugaces, nosotros.

La gente reclama. Tantos quizás entre el no y el sí, tantos. La gente opina, que no puede ser, que no, que bla, bla bla. Pero aquí estamos y mientras, vivimos entres nuestros quizaces, hasta antes del no, hasta después del sí. Fuera del tiempo, lejos del espacio, abajo del cielo, encima del mundo. Amen.

No hay comentarios: